Recientemente el Journal Epidemiology Community Health, publicó que el consumo de leche y productos lácteos esta asociado con una marcada reducción en la prevalencia del síndrome metabólico.
Esta aseveración se basa en el estudio de una muestra representativa de 2375 hombres cuyas edades oscilaban entre los 45 y 59 años de edad, quienes formaban parte de un estudio a largo plazo, conocido como el estudio de Caerphilly, en el Reino Unido.
Durante el estudio la importancia clínica del síndrome metabólico fue evaluado durante un periodo de 20 años conforme a incidencia de diabetes, eventos vasculares y muertes. La relación entre el síndrome metabólico el consumo de leche y productos lácteos (queso, crema, mantequilla y yogurt) fue examinada por dos métodos; cuestionario semicuantitativo de frecuencia de alimentos y diarios semanales de alimentos en 1:3 sujetos.
Los resultados arrojaron que el 15% de la muestra presentó síndrome metabólico (la definición de Síndrome Metabólico utilizada en este estudio fue muy cercana a la establecida por la WHO), por lo tanto estos individuos presentaban un riesgo mayor de casi el doble de presentar enfermedades cardíacas relacionadas con la arteria coronaria y un riesgo cuatro veces mayor de presentar diabetes y muerte.
En el caso de 603 hombres se observó una disminución en la prevalencia de síndrome mientras incrementaba el consumo de producto lácteos por lo que se encontró una relación negativa entre el consumo de leche y productos derivados y la presencia de síndrome metabólico, se cree que este hecho esta relacionado con los buenos hábitos de alimentación que presentan los consumidores de lácteos y sus derivados.
Otros estudios han arrojado resultados similares como en el estudio de Terhan Glucosa y Lípidos, que incluyo a 827 sujetos en el que numerosos factores fueron asociados favorablemente con el consumo de derivados lácteos, incluso el síndrome metabólico (OR 0.69 p<0.02).
En el estudio prospectivo CARDIA, que tuvo una duración de 10 años y que incluyó a sujetos entre los 18-30 años, se encontró una asociación negativa entre el consumo de leche y el desarrollo de síndrome metabólico, en el 30% de los individuos que presentaron sobrepeso desde el comienzo del estudio. En éste subgrupo se observó que el riesgo de padecer síndrome metabólico correspondía a 0.28 (0.14 a 0.58) en aquellos que presentaban una mayor ingesta de productos lácteos en relación con aquellos que presentaban una menor ingesta diaria. Por lo que los autores estimaron que esta porción adicional de productos lácteos esta asociada con una disminución en la probabilidades correspondiente al 21% de presentar síndrome metabólico.
Los autores recomiendan, seguir estudiando los beneficios de los lácteos así como la promoción de la ingesta de este tipo de productos.
Referencia
Elwood P, Pickering J, Fehily A. Milk and dairy Consumption, Diabetes and the Metabolic Syndrome: the Caerphilly Prospective Study. Journal of Epidemiology and Community Health 2007;61:695-698.
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